domingo, 13 de junio de 2010

Dos caras de una misma moneda

Publicado por Notitarde, 10 de junio de 2010

La inmoralidad social y la corrupción política se alimentan entre sí y son una misma realidad. Es inmoral pretender imponer un sistema económico social que ha fracasado decía Héctor Silva Michelena recientemente sustentado en su experiencia de vida y estudio. Ya la Iglesia señalaba en 2007 como la reforma propuesta a la Constitución al vulnerar los derechos democráticos y de la persona era moralmente inaceptable. La moralidad cubre todos los campos del quehacer humano y todos somos capaces de actuar correcta o incorrectamente en cualquier ámbito de allí que la Inmoralidad es un término cuyo significado más concreto se refiere a aquel ser humano que a "ciencia cierta busca la manera habitual de proceder al mal". La corrupción política tiene muchas facetas por una parte en lo público: es el robo tanto de bienes nacionales y de particulares mediante el abuso del poder, pero también se extiende a la prostitución y asalto de las instituciones del Estado manipulándolas en función del poder que se detenta.

Los hechos abundan y se repiten día a día, desde la Presidencia Ejecutiva y las instituciones del Estado que utilizan la fuerza del Poder por encima de la Ley para imponer su voluntad particular hasta la manipulación con las inhabilitaciones que anuncia la Contraloría hacia los postulados electorales que puedan estorbar al poder establecido. Al aceptar esta moneda como un modo de vida se busca establecer como patrón de vida el hacer riquezas en el corto plazo y de cualquier manera y ser cómplice constante que asegure la protección necesaria.

Tan es así que ya no produce asombro el que todos los días se encuentren miles de toneladas de alimentos descompuestos y podridos mientras en la población hay hambre y desempleo, llegándose a la inmoralidad de negar su importancia y hasta su veracidad. øQuien puede dudar que "la reedición actualizada del decreto de guerra a muerte" en expropiaciones productivas e inmobiliarias, intervención y retención de empresarios, movilización amenazante a las universidades y empresas, esté dirigida a bloquear cualquier posibilidad de autonomía y apoyo a una visión alternativa democrática? øQuién puede dudar del cálculo frío del lenguaje irreverente y procaz presidencial para afirmar su hegemonía en la mente colectiva?

Camino muy eficiente para romper el tejido social pues busca convencernos de que como no hay nada que hacer porque la inmoralidad no tiene límites en su perversión y la corrupción mucha magia: entonces, no hagamos nada para enfrentarla.

Estamos a cien días de marcar la diferencia y cambiar de moneda. El enemigo es fuerte y dispuesto a todo y sin embargo nada es eterno...