jueves, 2 de septiembre de 2010

Melodrama o negociación

Publicado por Notitarde, 19 de Agosto de 2010

Las imágenes audiovisuales son poderosas al convertir las emociones en ideas “veraces”. No puede negarse que el melodrama es la estrategia para inducir emociones. Exagerar sentimentalismos patéticos, tiene como intención victimizar o conseguir un impacto moral en la población. Pero el problema es que no terminan nunca, siempre hay un nuevo capítulo, porque cuando al final de la telenovela el galán se casa con la joven sufrida, se acabo el encanto esperanzador. Es el uso del drama para victimizar, para convencer a la audiencia por la violencia o la sensualidad de las situaciones y la exaltación de los sentimientos, de allí el repetido mensaje “vienen por mí”. El mensaje de la foto de la morgue de Bello Monte es poderoso al revelar sin ambages las contradicciones entre la indiferencia con el dolor humano y la propuesta de solidaridad “socialista” que se pretende construir. El capítulo de este melodrama es prohibir la publicación bajo el supuesto de proteger a los niños de estas emociones. No construye compromisos y superación de estas realidades, sino se escriben nuevos capítulos en un eterno masaje. Es el melodrama de los alimentos podridos, del costo de la vida, del asalto a transportistas, de los derechos exigidos por Franklin Brito y la Jueza Alfiuni. Es la venta de la incertidumbre por capítulos que se adapta a los vientos que soplan.

Recientemente entrego el poder Michelle Bachelet con altísima popularidad y en momentos críticos de conmoción nacional, reconociendo la necesidad de afrontar el dolor y deficiencias con las prioridades y responsabilidad que la realidad exigía dejando de lado todo protagonismo y victimización. Así mismo vemos que Angela Merkel en Alemania ante la crisis financiera le da prioridad especial al empleo, aun cuando ello signifique subsidiar instituciones, apoyar empresas en problemas y asegurar los beneficios de la seguridad social en situaciones extremas, difiriendo ofertas electorales. En ambos casos estamos ante el instrumento de la negociación como vía de conciliación de las diferencias para lograr un objetivo común. No hay vencedores que apabullen ni vencidos que desaparecen, sino ganadores de la convivencia. Tampoco hay héroes, sino dirigentes comprometidos.

La negociación no es sensual ni emocional, por el contrario suele ser aburrida, al tener que oír, escuchar, contrastar y escoger entre los proyectos personales y los proyectos de futuro viable en donde siempre habrá insatisfechos. A la mesa de la unidad le reclamamos la falta de inspiración melodramática, pero el objetivo logrado es disponer hoy en día de un mosaico de alternativas reales a las cuales toca transformar en instrumentos de convivencia. Paz y oportunidades son las metas a lograr. Aburridas a lo mejor porque requieren persistencia y debate. Pasemos del drama emocional, de los rumores y posibles nubarrones de la jornada electoral a la acción concreta y eficiente de afirmar nuestra voluntad de aceptar diferencias en un horizonte compartido democrático. Votar es el primer paso para exigir compromisos. .

No hay comentarios:

Publicar un comentario